La provincia de Trieste es la más pequeña de Italia en cuanto a superficie y consiste en una estrecha franja costera de sólo 5 a 10 kilómetros de ancho, que está casi completamente rodeada por territorio esloveno. Esta situación geográfica periférica confiere a Trieste su carácter especial hasta el día de hoy: Puede que Trieste pertenezca a Italia, pero es algo más que Italia.

Trieste estuvo bajo dominio austriaco durante siglos y sólo pasó a ser italiana al final de la Primera Guerra Mundial. Después de la Segunda Guerra Mundial, las cosas siguieron siendo turbulentas: Trieste fue reclamada inicialmente por Yugoslavia, y en 1947 el Freia Territorio de Trieste pero luego se proclamó un estado separado. Trieste era la capital, pero no por mucho tiempo. En 1954, el Estado tapón se disolvió de nuevo y se dividió entre Italia y la entonces Yugoslavia.

En cuanto a la gastronomía, esta historia llena de acontecimientos se expresa en una variedad apasionante. Si sólo está en Trieste por la pizza y la pasta, se lo está perdiendo.